viernes, 8 de abril de 2016

Escribir más allá del papel


ESCRIBIR MÁS ALLÁ DEL PAPEL

En nuestras sociedades actuales la escritura está cumpliendo diversos papeles los cuales están contenidos en uno que, por todos es conocido, es prácticamente universal: El papel de comunicar.

Comunicamos desde y para diversos contextos, ámbitos de la vida social, diversas personas, intereses, intenciones, y todo ello va determinando los anteriormente mencionados diversos papeles de la escritura. ¿Qué quiero comunicar? ¿Por qué? ¿Para qué? ¿Para quién o quiénes? Y algo supremamente importante hoy: ¿De qué manera comunico? ¿Cómo digo lo que digo? ¿Con qué canal?

Argumenta García (2015):

  “Se puede destacar que con el medio escrito se logra alcanzar a muchos destinatarios, que el mensaje llega a otros individuos aunque no estén presentes, así como su permanencia en el tiempo, pues es un sistema de comunicación a través de signos gráficos, transcritos o impresos para ser transmitidos a otros que perdura, facilitando su lectura en cualquier momento” (p.1) 

Aquí toca el autor un aspecto fundamental de la escritura y es la perdurabilidad en el tiempo; aquí lo dicho, a diferencia de la oralidad, queda plasmado, grabado en una memoria material (o virtual), tangible, no sólo la memoria de la escucha por la palabra dicha; y esa perdurabilidad permite además que eso escrito llegue a muchos otros destinatarios futuros, hasta los no nacidos en el momento de la escritura. Este es uno de los papeles de la escritura. Le permite a la escritura viajar en la historia y en la geografía, a múltiples personas en los contextos que se quiera: Personal, académico, religioso, laboral, político, etc.

En la Actualidad la escritura se ha tomado gran fuerza dado el hecho de que se hace necesario comunicarnos con los demás en los diferentes ámbitos sociales  desde y hacia todas partes del mundo por medio de cartas, correos, email, etc., y así compartir y expresar ideas, opiniones e interactuar recibiendo y transmitiendo información que queda plasmada ahora ya nos sólo en un papel. Queda fácilmente guardada en un ordenador, en un correo, hasta en un historial de chat. Y por ser un medio visible, tangible, se puede leer  cuando se requiera.

Además me parece muy importante destacar  acerca de lo que compone a la escritura:
  Argumenta Bey (2013):

“Todo texto tiene una estructura externa (en párrafos o estrofas, por ejemplo) y una estructura interna, que se refiere a la disposición de las ideas en el texto. Analizar la estructura interna de un texto consiste en establecer las partes que lo componen, señalando la relación que se establece entre ellas. Es lo que denominamos bajo la nomenclatura organización de las ideas de un texto”. (p.1)

De manera que es importante tener en cuenta que para realizar determinado escrito y sea compresible hay que saber organizar las ideas que ayuden a la redacción de un buen texto, con una correcta ortografía, el uso de los signos de puntuación, coherencia y cohesión. Pues no solo es escribir por escribir, ya que es un reflejo de lo que, desde “la ontología del lenguaje” (Echeverría,  2005) puede decirse que es nuestro mismo Ser en el mundo. Y de ello dependen prácticamente las maneras en que se entretejen las relaciones interpersonales, en la fuerte influencia que ejerce lo que se dice y sobre todo cómo se dice, pensando en que tenga el alcance que queremos darle y no otro que no deseemos por expresarnos inadecuadamente.

En realidad sin el uso de la escritura no se tendría la posibilidad de informar, expresar, argumentar, educar, entretener, transformar la realidad de la gente a través de revistas, periódicos, libros, folletos, cartas, o las ya tan cotidianas conversaciones por Whatsapp o Messenger.  Lo que aprendemos hoy día de cierta forma está escrito pero con el avance de las tecnologías se encuentran los recursos digitales, las redes sociales en donde hemos depositado casi todas nuestras posibilidades de interrelacionarnos; lo cual también conlleva serias deficiencias en la relación cara a cara, el contacto personal, la palabra que también merece recuperar su valor en lo oral, en la mirada a los ojos de quien tiene algo por decir y algo por escuchar. Y aquí es necesario decir que la escritura, en su gran riqueza estética, literaria, y todo lo anteriormente dicho, al cotidianizarla tanto parece que nos está arrebatando también lo que nos permite ser común unidad, lo que en nuestra esencia humana nos permite asociarnos, conocer verdaderamente del otro, ponernos en su lugar… Quiero cerrar con la pregunta: ¿Será que hoy día estamos yendo en camino de entregarle nuestra confianza, nuestro ser a una   pantalla de PC o de celular, más que a esos otros seres que a cientos de kilómetros, delante de otras pantalla, nos expresan en “emoticones” su verdadero mundo interior, sus inquietudes, su ser en sí?



BIBLIOGRAFÍA

García, A. (s.f) Importancia de la escritura. Recuperado el 27 de octubre de 2015, de http://www.el-nacional.com/arminda_garcia/Importancia-escritura_0_727127476.html

Bey, A. (s.f) Organización de las ideas en el texto. Recuperado el 17 de septiembre de 2013, de http://andresbeyestrada.blogspot.com.co/2013/09/organizacion-de-las-ideas-en-el-texto.html

Echeverría, R. (s.f) Ontología del lenguaje. Dolmen ediciones, 2002, España.

1 comentario:

  1. Texto interesante y bien escrito.
    No utilizó ninguna de las fuentes de información trabajadas a lo largo del curso.

    ResponderBorrar